El nombramiento de Alexandra Ocles como ministra de la Secretaría de Pueblos, el de Roberto Cuero como gobernador del Guayas y mantener en el cargo a José Chalá como secretario ejecutivo de Codae, parecen manifestaciones de la política de representación racial por el Gobierno. En 2009, el Gobierno aprobó el Plan Nacional contra la Discriminación Racial, firmó el Decreto 60 sobre acciones afirmativas en el campo laboral, decretó 365 días contra el racismo, en el marco del Bicentenario ordenó revisar nombres de plazas y monumentos para poner allí personajes de la memoria histórica afrodescendiente, y le asignó $5 millones a la Codae, cuando desde 2002 venía funcionando con solo $700 mil.
Quisiera pensar que más que hechos de representación afroecuatoriana en el sistema, serían intentos de estructurar el Estado Plurinacional e Intercultural, que desde la lectura afroecuatoriana es destruir las estructuras coloniales y racistas que han caracterizado a la sociedad ecuatoriana.
Desde el cimarronismo ideológico (pensamiento político decolonial afrodescendiente), el Estado Plurinacional no debe quedarse en una escueta política de representación o participación corporativista de minorías o de discursos populistas de inclusión. Por eso hay que mirar con criticidad los acontecimientos, los cuales si bien son positivos no son suficientes para desmontar el Estado Colonial que aún subyace en la mentalidad de muchas instituciones, entidades y personas.
Con el nombramiento de Alexandra como ministra no se puede cantar aún victoria. Quedan grandes batallas para desmontar al Estado Colonial, y sus adalides que hacen del prejuicio racial una estrategia de poder y dominación. En la coyuntura son varios los desafíos que quedan por saldar de manera urgente, de tal manera que la política de inclusión social plurinacional de la revolución ciudadana se diferencie radicalmente de aquella vetusta política de inclusión multicultural de los regímenes neoliberales y populistas.
Reglamentar los Consejos Nacionales de la Igualdad, asignar $173 millones para financiar el componente afroecuatoriano del Plan Nacional de Desarrollo, aprobar una ley de acciones afirmativas y de reparación e implementar las circunscripciones territoriales afroecuatorianas, son temas por resolver si es que se desea que el Estado Plurinacional no sea mera propaganda neopopulista.
Más allá de la retórica de la inclusión resumida en política de la representación corporativista, se requieren pasos serios para la inclusión afrodescendiente en el sistema político. Me refiero a serias transformaciones a la democracia, al poder ciudadano y al combate al racismo.
*Doctor en Antropología, Flacso.