Según la ONU, el 70 por ciento de ellas son en algún momento de su vida víctimas de la violencia.
Su esposo se lo había advertido: no debía dejar salir a la mujer a quien le tenían arrendada una habitación en su vivienda. Pero ella entró con dos sujetos, sacó sus cosas y se fue. No pudo hacer nada.
Y cuando el hombre llegó de trabajar, y se encontró con la noticia, se abalanzó contra su humanidad y le encendió a puños en la cabeza. Ella tenía a su primera hija, de apenas 30 días de nacida, alzada en sus brazos. Esa fue la primera vez que le pegó, y el comienzo de una historia de maltrato que duró 12 años. Una hora más tarde, el hombre regresó llorando, y le pidió perdón.
Semanas después, se enteró de que la mujer de la habitación arrendada era su amante.Llevaban 7 años juntos, y aunque siempre fue agresivo, nunca la había maltratado físicamente. Por eso lo perdonó, y siguieron como si nada.
La segunda golpiza vino tres meses más tarde, por cuenta de una ensalada de atún. Apenas él descubrió lo que había en el plato, lo estrelló contra el piso; jalándola del pelo, la tumbó y le restregó el rostro contra los pedazos de atún y papa, mientras la pateaba. “Me cogió como quien coge a un perrito del hocico, lo aprieta contra el piso y le dice que ahí no se puede volver a orinar”, cuenta la mujer. A su marido no le gustaba el atún.
No pasaban tres meses sin que le pegara su paliza. “Me pegaba sin ninguna razón, por sospecha”. La vez que más duro le dio fue el 24 de diciembre del 2004. Ya estaba borracho. El resultado, el mentón y el labio superior partidos, que tuvieron que ser remendados en un hospital. Ese episodio hizo que se fuera de la casa, ya con dos hijas. Pero como no tenía dinero, solo aguantó dos meses fuera. “Necesitaba su apoyo económico”, cuenta la mujer, quien reconoce que pese a todo lo seguía queriendo.
Volvieron. Y los golpes también. El maltrato ya llevaba 12 años cuando tomó la decisión de denunciar su situación ante una Comisaría de Familia, donde le pusieron una caución a su marido.
Hace tres años comenzó una nueva vida. “Es difícil empezar de nuevo, sola, con dos hijas, sin dinero. Pero es más difícil curarse de tantas heridas del cuerpo y el alma”. Se vino para Bogotá, donde terminó sus estudios de contaduría. Trabaja en una oficina y vive con sus dos hijas en una vivienda del sur de Bogotá.
Mujeres se movilizaron
Cinco mil mujeres de todo el país marcharon, desde el Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar de Bogotá, en la movilización convocada por la Ruta Pacífica de las Mujeres. Las participantes, provenientes de 9 regiones del país, lanzaron arengas en protesta por los efectos del conflicto armado. La marcha terminó con un concierto del grupo Aterciopelados, que se sumó a esta actividad, en el ‘Día mundial de la no violencia contra las mujeres’.
En el Foro no escondamos la violencia contra la mujer, la concejala de Bogotá Ángela Benedetti afirmó que la intolerancia, los celos y la inequidad salarial son las causas más frecuentes de agresión contra el género en la ciudad.
Así mismo la actriz Alejandra Borrero y su campaña Sin mi puño y con mi letra recogió más de 13.000 firmas de hombres comprometidos a no maltratar a las mujeres en el país.
Tomado de Redaccion vida de Hoy